No puedes luchar contra la gravedad. Tampoco contra el paso el tiempo. Puedes luchar contra el dinero, pero eso te aislaría de la sociedad. Luchar es nadar contra corriente. Mejor fluir y trabajar astutamente con lo que te ha sido dado. A la larga te dejará en una mejor posición.
En el juego los niños hacen trampa, se enojan, presumen sus juguetes, unos hacen de reyes, otros de guerreros y otros de peones. Los adultos hacen lo mismo. Pero para ellos todo es más serio.
Crear tus propias reglas es dedicarte a algo que no solo te aporte valor a ti, también a los demás y a todos haga ganar.
Venga, valiente, mejor que ayer.