Tus propias reglas en un mundo con leyes propias

semana 8, 28 de diciembre de 2024

No puedes luchar contra la gravedad. Tampoco contra el paso el tiempo. Puedes luchar contra el dinero, pero eso te aislaría de la sociedad. Luchar es nadar contra corriente. Mejor fluir y trabajar astutamente con lo que te ha sido dado. A la larga te dejará en una mejor posición.

Mi primer objetivo aquí es convencerte de lo siguiente: la vida es un juego, tanto para niños como adultos. Con sus problemas y todo. Mi segundo objetivo es regresarte al juego, con tal de que juegues con tus propias reglas y empieces a ganar. Vamos a ello.

Un niño pasa entre dos árboles y ya está en Narnia; un adulto tiene que subirse a un avión o un barco para llegar de América a Europa. Un niño salta en un trampolín para llegar a la luna; un adulto tiene que construir un cohete, hacer cálculos, simulaciones, preparar a la tripulación, etc. Lo más valioso para un niño es la valentía del héroe que interpreta; lo más valioso para un adulto es el dinero con el que negocia.

Parecen muy distintos el niño del adulto. Uno vive en la imaginación, mientras el otro en la realidad. Muchos sufren un choque de varios años cuando pasan por este cambio. Las cosas se vuelven más serias, difíciles e importantes para los adultos. Una pesadilla. Aun así, con todo eso, los adultos siguen en el juego. Solo han cambiado los factores y la forma en las que ven las cosas.
chica en risco de escandinavia

En el juego los niños hacen trampa, se enojan, presumen sus juguetes, unos hacen de reyes, otros de guerreros y otros de peones. Los adultos hacen lo mismo. Pero para ellos todo es más serio.

Como adulto, hay cosas contra las que no se puede luchar. Como la gravedad, la naturaleza o el tiempo. Hay otras cosas contra las que sí, aunque parezca que no, como el dinero o el gobierno. La consecuencia de hacerlo es que son fuerzas tan poderosas que luchar te saca del juego. Y no jugar es no tener la posibilidad de ganar.

Son las leyes bajo las que funciona el mundo. Te pueden gustar o no, pero no puedes cambiarlas. Y lo mismo aplica para los niños en su imaginación, su mundo tiene leyes que deben ser respetadas. Un dragón no puede habitar en el mar, un poder de fuego no puede contra uno de agua, etc. ¿Qué hacen los niños? En lugar de protestar por las leyes, eligen el poder de la lava para luchar contra el de agua.

A lo que quiero llegar es que no puedes cambiar las leyes del mundo, pero sí puedes crear tus propias reglas que se encajen al mundo y te den una ventaja. Eso es meter a los demás a tu juego, poner la atención sobre ti, darle importancia a lo que estás haciendo. Hacer las cosas a tu manera, hacer algo que nadie más haya hecho y llamar la atención de la gente indicada. Más abajo te pongo tres ejemplos para que tengas una idea clara.

Crear tus propias reglas es dedicarte a algo que no solo te aporte valor a ti, también a los demás y a todos haga ganar.

Cómo hacerlo

Primero viene la parte de la creación. Debes elegir qué personaje vas a interpretar en el juego de ser adulto, ganar dinero, socializar y todo lo demás. Si no defines quién eres, el mundo lo definirá por ti. Ojo, no es una máscara, es la persona en la que te convertirás.
Después tienes que obtener las habilidades y conocimientos de la persona que quieres ser. A partir de ahí, la persona, marca o empresa que estás creando tiene que crecer, adquirir un mayor valor, no solo económico, sino en todos los sentidos. El punto es entrar al juego sin despreciar las leyes del mundo, como si crearas un reino, piedra a piedra. Quien entre a tu reino, una vez que esté construido, deberá respetar tus reglas.

Claves

Elegir tu papel: es posible que quieras convertirte en un rey. Para ello tienes que dejar de actuar como peón y empezar a hacerlo como rey, aunque no tengas todavía la corona.
Ser astuto: el único modo de lograr algo grande es siendo original, astuto y valiente. No llegarás lejos si te dejas intimidar, imitas el camino de otro o no enfrentas los retos que se te presentan.
Dispuesto a los sacrificios: tendrás que hacer un esfuerzo extra a los demás. Resistir al frío cuando ellos estén abrigados. Trabajar cuando ellos estén descansando.
Ser persistente: todos los días tienen que ser de trabajo. Confía ciegamente en lo que estás haciendo aunque no veas resultados. Llegarán. Mientras más tiempo tomen, más grande serán.

Tres ejemplos

1) Creas una marca de ropa, pero en lugar de hacerla comercial como todas hacen, la diriges a un grupo limitado de la población. Le das importancia a través de la exclusividad y tienes una razón para ofrecer precios elevados.

2) "Hoy en día no se puede vivir del arte." No puedes cambiar esta creencia general. Pero lo que sí puedes hacer es ofrecer obras innovadoras que gusten. Darle importancia a tus creaciones y moverlas entre diferentes círculos hasta que alguien esté dispuesto a apostar por ti.

3) Eres modelo. No tienes el cuerpo "perfecto" y no puedes luchar contra los que solo buscan "la perfección". Pero en el resultado de tu trabajo y la sesiones que te hacen, alientas valores como mayor estima al cuerpo, sea cual sea su forma. Entonces te empiezan a identificar por eso.

Venga, valiente, mejor que ayer.

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