Roma: ciudad de emperadores y estafadores

semana 6, 14 de diciembre de 2024

Estaba esperando en Piazza Navona, cerca de la Fuente de los Cuatro Caminos. Antes habría estado asustado por estar solo en un sitio que no conocía, donde se habla un idioma que apenas hablo. Pero me sentía seguro, tanto que fui consciente de la enorme capacidad que tenía.

persona en coliseo romano
Días antes de Roma empecé a hacerme una idea de cómo quería que fuera el viaje. Quería vivir tantas experiencias como pudiera que solo Roma te puede dar. Quería comer como solo se puede aquí, comunicarme con los italianos, adentrarme a los lugares históricos, viajar en el transporte público y caminar hasta el hartazgo.

Y así lo hice. Mis comidas fueron pura pizza, pasta y supplì. Con la ayuda de Fran logré comunicarme en italiano. Pasé por tantos sitios de las ruinas de la Antigua Roma, hasta las criptas de los Papas en la Basílica de San Pedro. Subí al metro cuando no cabía ni un alma más. Y llegué a caminar casi 25km, día en el que terminé muerto.

Hubo muchas experiencias muy buenas. Hubo otras que no fueron tan buenas. Pero todas muy valiosas. Mi conclusión es que no pude exprimir más de lo hice en el viaje a Roma y que no pude tener mejores momentos con las personas con las que viajé.
Roma no se trató solo de disfrutar, se trató de darle solución a las situaciones que se presentaron. Cada uno de nosotros se esforzó en esto y eso lo hizo un gran viaje.
casa en la antigua roma
No me importa que suene a cliché, es que es verdad. Hubo algunos momentos antes, durante y después del viaje en los que fuimos puestos a prueba. Sí, viajamos a un sitio de vacaciones para disfrutar. Fuimos al Vaticano, al Coliseo, al Foro Romano, etc. Pero también enfrentamos varios retos.

Quizás, en un primer momento, la gente no suele pensar realmente en esto, pero se debe tener la capacidad de resolver y darle solución a cualquier situación. Si no la tienes el peso del mundo se te va venir encima. En otras palabras, muchos se aprovecharán de ti.
Te doy unos ejemplos:

Tuvimos que ubicarnos para ir a un sitio y a otro. Y Google Maps fue nuestro mejor amigo, pero ¿qué pasaría si no lo hubiéramos tenido? En una ocasión tuvimos que levantarnos de la mesa de un restaurante antes de pedir la comida por las pésimas reseñas que leímos en internet; fue difícil, pero fue una buena decisión. También, en el vuelo de regreso nos cobraron de más porque la mochila superaba las dimensiones permitidas. Y todavía más situaciones que tuvimos que resolver de un modo u otro.
Viajar te enseña mucho del mundo y de ti mismo. Lo siguiente es lo que Roma me hizo aprender.
atardecer en foro romano

Investigación previa

Hoy tenemos una enorme ventaja: el internet y las redes sociales. Al serte desconocida la ciudad a la que viajas, debes investigar para tener una idea de lo que encontrarás. Te hablo de los planes que harás, los sitios que visitarás, las precauciones que tendrás. Por ejemplo, en Roma vi a mucha gente frustrada que quería comprar las entradas para los sitios más importantes ese mismo día, pero ya no habían. Nosotros los compramos tres semanas antes.

Seguridad

Tienes que ser alguien seguro en todo momento para tomar decisiones. Cuando viajas a un sitio concurrido como Roma, habrá mucha gente que va a querer venderte cosas, cosas que quieras y cosas que no. ¿Cómo devuelves una flor que te han entregado en mano? ¿Cómo hacer para que el del taxi no te estafe? Es como regatear. No aceptas nada con lo que no estés de acuerdo. Y por más que te presionen, date el tiempo para tomar buenas decisiones.

Malos momentos

Las probabilidades de que pases un mal momento son altas. Ya sea por una discusión con tu grupo, por alguna equivocación, por alguna estafa en la que caes, por algún loco que te cruzas. Respiras, te aseguras que lo más importante esté bien y lo dejas ir. Solo ha sido un momento, no tiene que arruinarte el resto del día.

Mente abierta

Si eres como yo, te gusta liderar, guiar, ser el responsable. Pero ¿qué pasa cuando alguien propone otra idea o no sigue tu ritmo o simplemente te has equivocado? Bueno, no pasa nada. Mantén una mente abierta, acepta y ofrece recomendaciones, no le temas a ser rechazado, a las equivocaciones o a intentar algo nuevo. Me ha pasado que las sugerencias que recibo, a las que me resisto en un primer momento, resultan mejor de lo que esperaba.
Venga, valiente, mejor que ayer.

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