La incertidumbre está para hacértelo más interesante

Número 2 / Febrero 2025

Olvida la seguridad y la certeza. Desde este momento haz a la incertidumbre tu mejor amiga. Acéptala como tu compañera de viaje. Confía en ella y te llevará a todo lo que debes vivir para finalmente alcanzar lo que tanto deseas.

atleta olimpiadas
La seguridad y la certeza es aparente. Lo sabes. Aun así, te gusta pensar que tienes el control de las cosas. Parcialmente lo tienes. Estás decidiendo leer esto. Estás decidiendo cada cosa que haces este día, hablar, no hablar, salir, quedarte en casa. Pero no decides si hoy no te toca el tráfico en la calle, no decides si te ganas la lotería mañana, no decides si financian tu proyecto, no decides si tu gato duerme contigo en cama, no decides si llueve, estallan los volcanes o si le interesas a la persona que te gusta.

Piénsalo, todo es pura incertidumbre y a ti solo se te da la opción de elegir cómo pensar, hablar y actuar ante lo que ocurre. Lo sabes, lo sé, lo sabemos. Pero no se lo digas al resto de personas. A ellas les gusta pensar que viven en un mundo de certezas y eso está bien. De no serlo vivirían en una constante persecución. La mayor parte de mi vida he vivido pensando así, que todo es seguro a mi alrededor. Es algo muy humano. Pero escucha, valiente, estás destinado a superar la parte más primitiva del humano para ser y hacer más. Para ello debes hacer a la incertidumbre tu mejor amiga.
Hacer a la incertidumbre tu amiga es aceptar que nada es eterno y que puede suceder cualquier cosa. Estás despertando la parte de tu cerebro que permanece dormida cuando confías en que todo es seguro.
Hace tiempo vi una película de niños, con un gran mensaje para los adultos que intentan tener el control sobre todo. La película era El Principito, de 2015. Al inicio nos muestran a una niña de doce años que se ha preparado para ingresar a una escuela prestigiosa. Está esperando a pasar a la entrevista que decidirá todo. Como a la madre le gusta tener todo bajo control, ha entrenado a la niña para responder a la pregunta que ya sabe que le harán. La pasan a la entrevista y, sorpresa, le preguntan algo diferente de lo que esperaba. La niña comienza a hablar como robot, hasta que se da cuenta del error que ha cometido. Esta acción determinante es la que define el inicio de la historia. Después conocerá a un anciano que le ayuda a abrir con imaginación su mente y ella descubre poco a poco lo maravilloso que es ser espontáneo.

Eso es lo que pasa cuando crees tener certeza de todo y el destino nos cambia los planes, nos quedamos como si nos hubieran dado un baño de agua fría, sintiéndonos vulnerables. A la incertidumbre no se le combate con la certeza. Pregúntaselo a una persona cerca de ti que haya vivido lo suficiente, las experiencias de su vida no ocurrieron como en un inicio las planeaba. Te dirán que se ha tratado de un trabajar y actuar con lo que el destino le ha dado en esos momentos. Ante la incertidumbre solo se puede estar preparado y utilizar a tu favor lo que hoy ha traído ante ti. A la incertidumbre se le debe tener en cuenta cada día, ya que no hay nada seguro y nada es eterno.
Hacerte amigo de la incertidumbre es vivir cada momento como si te hubiera sido dado un regalo. Es un regalo prestado y será pedido de regreso. Mientras lo tengas, podrás seguirlo disfrutando cuanto más puedas.
hombre jugando al futbol

No puedes confiar en la certeza

No puedes esperar que todo ocurra del modo en el que lo has planeado. No pierdas la vida planeando el más mínimo detalle. Lánzate a la acción, prepárate ante los imprevistos que puedan surgir e improvisa a medida que sigues avanzando. En otras palabras, toma el mayor riesgo, como si un presentimiento te dijera que será la última oportunidad de hacerlo, porque un día sí lo será. Es ahora o nunca. Puedes tener otro día de vida después de hoy, pero no puedes regresar a vivir una experiencia que no te atreviste.

Despierta a tu cerebro

Haz lo siguiente: deja de vivir en modo automático. Vuélvelo a leer...
No solo leas como normalmente harías, observa cada palabra y quédate con cada una de ellas. No solo oigas a la persona con la que estás, escucha cada palabra sin distraerte, quédate con lo que te está compartiendo. No solo pienses en el momento en que acabará el trabajo, la clase o el entrenamiento, aprovecha cada momento para hacer u obtener algo valioso. Con un esfuerzo consciente despierta a tu cerebro para percatarte de lo que el resto no ve. Mantente presente en lo que estás haciendo ahora.

El verdadero objetivo

Es fácil, a la incertidumbre no le podrás ganar. Puedes tener todo el dinero, una salud plena, a las personas que te importan a tu lado. Pero tarde o temprano la incertidumbre se hará presente para darle un giro a tu vida. Por eso no pelees contra ella. No rechaces el destino como si pudiera ser cambiado. Acepta lo que ha ocurrido, como una lección que te intenta enseñar esta amiga que es muy sabia.
Vive sabiendo que un día ya no tendrás lo que hoy tienes. Entonces disfrútalo con una presencia plena, como yo hice mientras estuve en España. Al final del día, resuelve todos los asuntos importantes para que nada quede pendiente. El objetivo de vivir de este modo es que no te arrepientas de nada ni te quedes con ganas de nada.
Venga, valiente, mejor que ayer.