Puedes trabajar con él o contra él. Puedes enfocarte en lo que tienes ahora o en lo que ya no tienes. Puedes concentrarte en lo mucho que te queda antes del final o lo poco que te queda. Lo que se seguro es que quien está con él, gana, y quien no, pierde.
No es lo mismo sentir que cada día se te viene encima, a sentir que cada nuevo día es una oportunidad para dar un paso más.
Lo primero es sentir que el tiempo se pierde; lo segundo es ganarlo.
Suelta al tiempo y al miedo. El primero no es tuyo, el segundo existe si le das poder.
Aduéñate de cada momento estando presente, con cada buen esfuerzo, cada buen descanso, cada buena experiencia y cada buen aprendizaje.
Venga, valiente, mejor que ayer.