El coraje es acción inmediata, es acción sin pensar en los resultados, es dar el salto sin saber si habrá suelo sobre el que caer, es lanzarte hacia la bestia del temor sin saber si es real y terminarás devorado. Es irónico, pero la única manera de adquirir y armarse de coraje es teniendo el atrevimiento de hacer lo que temes. Así que deja de pensar en las posibilidades. No te intentes convencer de hacerlo porque así le darás más poder al temor. Hazlo, dilo, atrévete. Después decides cuál es la reacción tras la primera acción. Pero no huyes, no te rindes, no te vences. Lo enfrentas.