Esta persona estará contigo
Imagina que eres el auriga (el conductor del carro) y tienes las riendas de dos caballos alados.
Uno es el caballo blanco de la virtud. El otro es el caballo negro de las pasiones y los vicios.
Este carro alado sobre el que estás es tu alma y para convertirte en quien quieres debes domar a los caballos.
Todos los días tú estás en esta batalla.
La de elevarte lo más cerca de la virtud para convertirte en quien quieres ser.
Pero puede ser que últimamente no los hayas hecho tan bien.
La rebeldía del caballo negro te ha ganado y te ha hecho ser peor y hacer todo lo que te desagrada de ti.
Un momento de descuido y arruinó lo bien que ibas y desde entonces no has dejado de volar muy por debajo de lo que debes.
Vale, tranquilo, que hay una persona para ti.
Una persona que ahora pondrá una mano en tu hombro y te dirá:
"Sostén con firmeza las riendas".
"Cuidado ante el cabeceo del caballo negro".
"Tienes la fuerza para volver a elevarte".
Esta persona es a quienes los estoicos llamaban el mentor.
Y el mentor estará contigo en todo momento para aconsejarte y recordarte la fuerza que tienes dentro.
Para Séneca, filósofo estoico y gramático, su mentor era Átalo, el maestro que más apreció.
Para Epicteto, también filósofo estoico que un esclavo desde su nacimiento hasta los 30 años, su mentor era Sócrates, a pesar de no haberlo conocido.
Para Marco Aurelio, emperador de Roma y filósofo estoico, su mentor era Rústico, su maestro de la juventud, y Antonino, su padre adoptivo.
Y siguieron siendo sus mentores incluso después de que no estuvieran vivos, pues el solo recordarlos los hacía regresar hasta ellos para aconsejarlos y observar que sus acciones los hicieran mejores.
Tú también puedes tener a tu propio mentor.
La persona que está contigo con un solo pensamiento.
La persona que tú elijas y te inspire.
Puede ser alguien cercano o puede ser alguna figura histórica.
Pero que se convierta en la persona que está contigo en todo momento.
Sobre todo en los momentos de duda, flaqueza o debilidad, para recordarte lo que ya sabes o aconsejarte sabiamente.
En los momentos en que la debilidad o el descuido te haga perder el control de tu carro alado.
Entonces tu mentor pondrá su mano en tu hombro y te dirá "atento aquí", "cuidado con esto", "lo estás haciendo bien".
Esta persona que elijas estará contigo en todo momento.
No te abandonará si tú no la olvidas.
Y sacará de ti una fortaleza, compromiso y valentía que no sabías que tenías.