El ser feliz con Valentina Luján

Boletín del día 304

Sentirse feliz jode a largo plazo, pero ser feliz es distinto.

Esta semana, cada día, te estaré hablando de gente extraordinaria que tienen los trabajos, la habilidad de inspirar y la fuerza para ponerse a hablar delante de 5.000 personas.


Tuve la oportunidad de asistir y ver a esta gente extraordinaria en vivo en el Festival de las Ideas de este año.


Y lo que compartieron tiene el potencial de hacernos mejor que ayer si lo llevamos a la práctica.


Te hablaré de lo que compartieron gente como Alfonso Cuarón, Cristóbal García, Jason Bevan, Sylvie di Giusto


y Valentina Luján, la persona de la que te hablaré hoy.








Valentina es experta en la felicidad integral, el comportamiento humano y la psicología positiva.


En su conferencia habló de dos cosas distintas:


El sentirse feliz.


Y el ser feliz.


El primero, aunque no lo parezca, nos jode a largo plazo.


Quizás no nos jode, pero si pudiéramos elegir entre uno y otro deberíamos quedarnos con el ser feliz.








Te explico lo que se nos transmitió:


El sentirse feliz surge como una reacción inmediata ante ciertos estímulos.


Estímulos como el ver videos en redes sociales, el provocarnos algún tipo de placer, el hacer compras, el tener la razón sobre los demás, etc.


Te sientes feliz con esto, pero la emoción es efímera y se acaba.


Entonces, de modo natural, el ser humano busca más de esos estímulos y cada vez deben ser más intensos para hacer que dure más la sensación.


Genial... hasta que se te acaba y tienes que ir por más.








Por otro lado, el ser feliz es un modo de vivir que permanece en ti aunque tengas motivos de estar triste.


Valentina dio un gran ejemplo.


Estás en alguna actividad, te la estás pasando bien y tú eres feliz. Entonces recibes una llamada del hospital, un familiar ha tenido un accidente.


De inmediato te sientes ansioso, preocupado y te diriges al hospital.


Pero no abandonas ese estado de felicidad.


Ha pasado un suceso que te preocupa, sí, pero no estás cambiando quien eres por dentro.







El sentirse feliz se termina.


El ser feliz permanece.








Para ser feliz lo más importante que se puede hacer es ser valiente.


Porque es fácil hacer ahora aquello que te haga sentirte feliz.


Te hará sentirte más feliz ver videos en redes sociales que ponerte a trabajar.


Pero lo que te traerá un beneficio mayor, uno duradero, no es lo que ahora te provoque estar más feliz, es el sacrificar ese bombardeo de adrenalina inmediata para dedicarte a algo más importante y duradero.


Se debe tener valentía para resistir ante esto y tomar el riesgo.


Se debe tener valentía para ser feliz con la decisión que estás tomando ahora aunque no te brinde toda la felicidad en forma de estímulo que tus sensaciones piden.








"¿Y qué crees?"


Nos decía Valentina.


"Tú eres más valiente de lo que crees".








Para ser mejor que ayer, quizás debas hacer un sacrificio con el que ahora no te sientes cómodo, que no te hace sentir feliz.


Pero te está brindando dos beneficios.


Te da la valentía para ser feliz, sin tener que sentirla en forma de estímulo.


Es decir, estás teniendo control sobre una decisión que tú debes tomar.


Y a largo plazo te hace alcanzar grandes cosas.








Porque lo que se construye rápido se acaba rápido.


Y lo que se construye lento tiene resultados duraderos.





Venga.


Mañana seguimos con Cristóbal García.





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Venga, valiente, mejor que ayer.