Hay valientes... y valientes

Número 4 / Abril 2025

La mayoría de personas son valientes temerosos. Cierran los ojos, temen el momento del salto, les tiemblan las manos o la voz. Al final lo hacen y por eso son valientes, pero el miedo sigue teniendo poder sobre ellos. A partir de este artículo, te convertirás en un valiente seguro.

dos hombres en la playa
Muchas e incontables situaciones o retos que se enfrentan dan miedo. Saltar de una gran altura hacia el agua; hablarle a una persona desconocida que se te ha hecho guapa; exigir el respeto que mereces ante alguien que te está tratando mal; hablar de un tema importante con tu hijo o alguien del que eres responsable; cambiar del trabajo en el que estás cómodo para dar un paso adelante en tu carrera profesional. Hay muchas personas que no se atreven a enfrentar estas situaciones por el miedo que les provoca, huyen de ellas o no las cambian y viven así aunque no les guste. Hay otras que con miedo y todo sí lo hacen.

Estos que sí enfrentan el miedo, que se lanzan a pesar del temor son valientes. Están listos para sentir el golpe del agua fría, para hablar aunque tengan la boca seca, para enfrentar las consecuencias de sus equivocaciones, para asumir una situación irremediable. Sin embargo, a pesar de contar con la valentía, el miedo sigue teniendo poder sobre ellos porque los está limitando. Porque aunque se trate de una situación irremediable, la forma de reaccionar puede ser mucho mejor de la que inicialmente se tiene. Porque estás haciendo las cosas, pero sigues teniendo miedo.
Tienes valentía, porque no huyes y enfrentas el miedo. Bien. No te conformes con eso. Puedes ser todavía más valiente, tan valiente que el miedo tenga nulo poder sobre ti.
Te estoy diciendo que si te lo propones puedes eliminar todo miedo, dudas e inseguridades que puedan surgir en ti. Para que situaciones o retos que hoy se te complican te sean más sencillos sin que baje su dificultad, sino que tú aumentes tu capacidad; que te sean tan sencillos como lo es para Stephen Curry meter una canasta de tres puntos. Y es que si eliminas el elemento del miedo cuando realizas cualquier cosa importante eliminas el mayor obstáculo que se puede interponer en tu camino de lograr lo que te propones, tú mismo con tus limitaciones.

El objetivo es que te conviertas en un valiente seguro, uno de los cuatro tipos de valientes que te hablo más abajo. Para hacerlo debes enfrentar el miedo en cuanto se te presente. El miedo te dice "vamos a fracasar", tú responderás: "voy a triunfar". El miedo te dice "van a pensar mal de nosotros", tú responderás: "no hay razones para que piensen mal de mi". Debes llenarte de esta energía positiva de optimismo y buenas expectativas para cubrir la energía negativa. Y lo más importante, debes hacer las cosas con valor, seguro de ti mismo y con lo mejor de ti.
tres personas saltando al mar
Hay cuatro tipo de valientes. Todos tienen valor y coraje. Dependiendo el tipo de valiente que seas serán los resultados positivos o negativos logrados ante lo que enfrentes.

El valiente ignorante

Este es el valiente que no quieres ser, pues los efectos de sus acciones son negativos en la mayoría de ocasiones. En pocas palabras, es aquel que no sabe lo que está haciendo o los problemas en los que se está metiendo. Es aquel que hace las cosas sin antes medir los riesgos. Piensa en la gente que conduce demasiado errático, en las personas que se mantienen con la pareja que les hace más mal que bien o en los que le hablan mal a alguien superior. Son valientes sin saberlo, pues sus decisiones no les brindan nada bueno. Cualquier otro en su lugar no actuaría igual.

El valiente temeroso

La mayoría de gente valiente se encuentra en este grupo. Simplemente son las personas a las que les dan miedo las cosas que a cualquiera le darían miedo. Una entrevista de trabajo, declarar su amor por una persona, dejar ir a un ser querido, ser criticados por lo que están haciendo, no contar con aprobación social, experiencias de adrenalina y tal. Les temen a este tipo de vivencias, sin embargo, como son valientes las hacen. Cierran los ojos, les tiemblan las manos o la voz, el corazón se les acelera, pero lo hacen. Y por su valentía, las cosas pueden resultar favorablemente.

El valiente insensible

Ser este tipo de valiente tiene sus ventajas y desventajas. Las ventajas es que muy pocas cosas les provocan temor o dudas, hacen las cosas sin pensarlas dos veces, sin importar lo que otros puedan pensar de ellos. La desventaja es la insensibilidad y la poca empatía que muestran ante otros, causando molestias, disgustos o enojos que no son necesarios, provocando que algunos se alejen. Si eres este tipo de valiente, tienes una muy buena herramienta en tus manos, pero úsala con precaución, no siempre y sin medirte, solo en los momentos que realmente te convenga serlo.

El valiente seguro

Este es el tipo de valiente al que todos deberían aspirar. No es el valiente irreflexivo, el temeroso o el insensible, sino que reúne lo mejor de ellos. Es el valiente que está seguro de quién es y de lo que hace. Aquel que no es dominado por el miedo, que no debe quitar a los demás del camino para destacar, que no teme ser malentendido y que prospera por su perseverancia. Lo más importante y que lo hace ser quien es, es la seguridad que las cosas le saldrán bien porque siempre da lo mejor de sí. Nada es un fracaso para este valiente, es o un aprendizaje o una victoria.

Lo tienes. Te toca elegir qué tipo de valiente quieres ser y trabajar por ello.
Venga, valiente, mejor que ayer.